viernes, 25 de diciembre de 2009

Que astucia!


En los jardines de la realeza mas irreal.

sábado, 19 de diciembre de 2009

¿cómo puesde tu vivir tan... sola?

viernes, 11 de diciembre de 2009

Cuando la voluntad tiene vértigo

Es triste hablar sabiendo que nadie te escucha, pero más triste aún es no saber hablar de manera que puedas captar la atención de los que, ante la duda, somos sordos. Por el bien de la normalidad algunos defendemos el silencio aprobador de cortesía. Y mientras, en mi cabeza, hay una desenfrenada tertulia de pensamientos que me desenchufan de las formas a priori de la sensibilidad. Fenómenos que me son ajenos, a prioris injustificados que pululan por mi mente indecente. A veces me siento incapaz de vivir e interiorizar esas normas que la vida implica. Las formas parecen lejanos fragmenos de una película de serie Z. Las vibraciones más nimias de sutiles sonidos atacan mi percepción auditiva, violando una frágil sensibilidad, empujandome a la inacción y dándole cuerda el reloj de los latidos hasta hacer oxidar su mecanismo. La vida empieza a parecer un juego extremadamente dificil, no ya de ganar, sino simplemente de controlar porque en cualquier momento puede haber un cortocircuito.
Creo que me estoy volviendo un poco loca.

martes, 8 de diciembre de 2009

Me vienen a convidar a tanta mierda

sábado, 5 de diciembre de 2009

oh! melancolía (no soy de donde hay un río)


...aquí está mi pequeño instante, borroso, borracho y borrico, ay chico, mira esas sábanas, sábana blanca colgá en los balcones. Y la familia, y Jabao y la rata (mal me trata).
Me acerco a lo verde, me subo al camioncito, el viento en la cara y el ambiente... no sé, quizás solo sea el presente. Ahora es solo un pasado rosado, el presente no es es tan suave: un poco áspero, incógnita estructural. Así que vuelvo a la Quintica preciosa. Dicen que está como a cinco cuadras. Y cinco más, más...
La gente se mea por el camino y se nos acaba el agua. Raúl la rata no huye, es linda.
Y camina que te camina los niños nos ofrecen unos mamones pa comer. Epa, sí, tráiganlos. Pero se van, y nos vamos, y ya se ve el río, que esta sucio de naturaleza; sin pintura azul, sin cloro y con gente y algas dentro. Piedra sangre y chapoteo. Nadie quiere entrar en la naturaleza. Pero esta niña se lanza sin pensar al rio de Silvio. Y los demás, también. Solo la cubana europeizada nos mira desde fuera y nos cuida. Y que si una mano nos tira piedras, y que si el agua está tibia, y si Jabao se moja sigue seco. Y nos vamos que el camión no espera. Llueve y fuman. Si el camión se escapa podemos mendigar calor y arroz. Pero no, ya llegamos apretaos y cantando no jany no cry.