martes, 29 de junio de 2010

Exquisitos o asquerosos, siempre cadáveres...

Cadáveros o calaveras cadavéricas desbordantes de agonía absoluta, despotismo impoluto e impepinables cagarrutas cayendo sobre la cabeza del sargento, ¡qué insulto!
Sabíamos que no nos iba a hacer el favor de morirse, porque aunque así fuera, otra autoridad emergería de sus cenizas, como el Ave Fénix. Su felicidad es infinita, su fuego renace, crece no disminuye, padece de jefes a los que escuchar sin pensar y desea poder actuar sin más límites que sobrepasar. Todo está bien delineado en la inerte estructura de un caótico mundo que se guía ciegamente sobre las vías de un oscuro túnel que nadie sabe por dónde va y, sin embargo, todos tienen la certeza de llegar. No saben que la certeza es un mero estado subjetivo de la mente, que nada tiene que ver con la verdad y dan palos de ciego. No podrás ver tan sólo la oscuridad de lo más lejano de tu ser.

por Cantuta, Sismo y Enekad

1 le contestaron:

Elisa dijo...

Sofi, el otro día recibí un premio bloggero, y me acordé de vos, asique te lo paso. Lo tenés en mi blog.
Un beso