sábado, 21 de enero de 2012

Todo cambia

Ayer vi que habían puesto cuatro reposabrazos en el banco que está frente a la plaza de la iglesia. Un señor de camisa blanca que salía de la misa también lo vió y con alegría se sentó cómodamente en el nuevo trono mientras miraba las palomas, hasta que las palomas se cansaron de picotearle el zapato, y se fue. Al rato, un señor de camisa gris, que cargaba unas bolsas llenas de periódicos arrugados, se detuvo unos segundos a mirar el banco, coloco una bolsa en cada asiento, y se acostó a dormir debajo.

0 le contestaron: