martes, 7 de agosto de 2007

Sir Lunático

El Señor Lunático Desquiciado piensa. Siempre piensa, es lo único que sabe hacer. O quizá sea lo único que le ayude a mantener la cordura en su oscuro refugio. Sir Lunático tiene miedo. Miedo al miedo. "¿Qué clase de miedo es este?" se pregunta a menudo.
Nunca ha sabido responderse. Solo sabe encerrarse y apartarse del resto, es un niño grande que nunca terminará de crecer.
A veces camina silenciosamente por un largo pasillo: vacío, como su corazón. Temblando, como si temiera ser descubierto en su propia casa. Como si vivir fuera un crimen y tuviera que hacerlo a escondidas. En muy contadas ocasiones enciende un vela azul. Está tan poco acostumbrado a la luz que no puede mantenerla encendida más de diez segundos sin que sienta que le arden los ojos.
Hoy el Señor Lunático Desquiciado encendió su vela. Y se quedó pensando, y pensando, y pensando en cosas que nunca pensó llegaría a pensar. Estaba tan absorto en sus incoherentes razonamientos que no se dió cuenta de que la barrita de cera azul se consumía lentamente ante sus ojos, hasta desaparecer en medio de un charco caliente.
Pero no desapareció del todo, no para Sir Desquiciado. El espectro de lo que fué la brillante llama de la vela se quedó impreso en sus ojos. Y ahora mire a dónde mire lo acompaña una estela luminosa. Un fantasma dorado que no existe, pero que está más presente que nunca en su mirada. Ya no está solo... y tiene miedo.

28 de enero, 2007